viernes, 7 de agosto de 2009

"Retorno a la aldea"

Un año más, y de nuevo
pagamos tributo al recuerdo,
rescatando nostalgias que ceden
su frágil terreno a la pena.
Un año mas, y de nuevo
las raíces que inexorables demandan
los pasos, otra vez conducidos
camino de la triste aldea.
Andar por sus calles vacías
sin pasos que amortajen el polvo
en la mañana, de sus fachadas muertas.
Oír fantasmales susurros
que nos provoca el viento al engaño
de su inútil juego con las hojas secas.
Ya no tañen las campanas
de aquella iglesia tan vieja.
Ni hay caballos que beban
del agua fresca en la alberca.
Ni quién riegue los geranios
al atardecer junto a las puertas.
Desaparecieron las voces de niños
jugando a la hora de la merienda.
Y aquellas que en la penumbra brotaban
mortecinas del corro de viejas.
Hasta el molino quedó enmudecido
podrida ya su rueda de madera...
Y por fin, cuando cae la noche,
y mis pasos cansados me piden la vuelta,
doy de nuevo la espalda a sus sombras
con mi renovada cosecha de penas.
Pero aún me queda esa última...
La más dolorosa y dulce de ellas.
Y es que Tú...
¡Qué lindos ojos tenías
a la luz de aquella luna serena!...

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