jueves, 30 de julio de 2009

"Común Naturaleza"

(fotografía en curso)
Bajo la ciudad más sofisticada,
sólo hay vulgar tierra.
Y su cielo, es el mismo cielo
que cubre a la modesta aldea.
Sopla el viento igual para todos,
y para todos luce el mismo sol.
La lluvia que moja al ejecutivo
también cae sobre el labrador.
Y la mar que lánguida baña
a la turística playa,
beneficia del mismo modo
al humilde pueblo pescador.
Y tanto canta el gorrión del valle
como en la cornisa el del callejón.
Y cuando florecen los árboles,
no entienden de finos parques
o de abruptas laderas;
sólo saben de primaveras,
y a todos regalan el mismo color.
Únicamente el hombre distingue
entre clases y categorías;
comodidades, lujos, ornamentos
y fastuosos aditamentos.
La naturaleza, ¡NO!

lunes, 27 de julio de 2009

"Tardes de domingo"


No sé que tienen las tardes del domingo
que saben a ocasión perdida,
a ilusión cansada...
No sé que tienen, que ya de madrugada
la víspera huele a esa tarde,
y la tarde a preludio de semana.
No sé...
No sé que tienen esas tardes de domingo
que ya desde la mañana
se hacen omnipresentes,
y en ella delegamos lo que no hicimos
ni haremos ya...
¡Tardes de nada!
Porque los domingos por la tarde
son como los escalones de nuestras vidas:
hubo un tiempo para bajarlos;
luego, los subimos
con fuerza escasa...
Van pasando todas esas tardes y,
un día, exhaustos, descubrimos
que anochece...
Y ya, tan sólo queremos
volver a casa...